El estrés laboral

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales pretende proteger la salud de los trabajadores en todos los sentidos. Ésta Ley indica que el “artículo 40.2 de la Constitución Española encomienda a los poderes públicos, como uno de los principios rectores de la política social y económica, velar por la seguridad e higiene en el trabajo”.

Uno de los riesgos laborales más importantes en la actualidad es el estrés laboral. Pasamos gran parte de nuestra vida adulta dentro del trabajo, por lo que se considera muy importante este riesgo. Se puede definir como la respuesta psicológica, fisiológica y de comportamiento de una persona que intenta ajustarse a una presión externa o interna. Aparece cuando estas presiones superan la capacidad de la persona para hacerle frente.

¿En el entorno laboral, que tipo de estresores podemos encontrar?

  • El ambiente físico: La iluminación, el ruido, el espacio, la temperatura, etc.
  • La tarea: La carga mental, las demandas emocionales, la variedad y la complejidad de la tarea y el control, la sobrecarga o la infra-carga.
  • La organización: Los horarios de trabajo, el clima organizacional, el conflicto o la ambigüedad de rol, problemas de relación-comunicación, etc.
  • Factores personales: Problemas familiares, económicos o rasgos de la personalidad.

Por otro lado, depende también de su naturaleza y de las diferencias individuales.

Por lo que respecta a su naturaleza pueden ser:

  • Agudos: Con un comienzo definido, de corta duración, poco frecuentes y muy intensos.
  • Diarios: Con un comienzo definido, de corta duración, frecuentes y de baja intensidad.
  • Crónicos: Sin inicio definido, frecuentes, y pueden tener larga o corta duración.
  • Catastróficos: De comienzo definido, corta o larga duración, muy poco frecuentes y de fuerte intensidad. (Un ERE)

En cuanto a las diferencias individuales, algunas personas prosperan en situaciones de estrés, mientras que otras no. Depende de la percepción. Por ejemplo, ante un recorte de personal, una persona puede verlo como una oportunidad para iniciar otro trabajo, y otra como algo negativo. Depende también de la experiencia que tiene el trabajador para relacionarse con el estrés en general, y del apoyo social (los compañeros, el gerente, la familia…). Las relaciones sociales pueden mitigar ese estrés.

Además infiere la personalidad de cada uno, de su autoeficacia, la hostilidad y la creencia que tenga del locus de control. La adicción al trabajo también es un motivo de estrés laboral, debido a su obsesión y a la carga horaria que se autoimponen. Aunque el hecho de trabajar más no los hace más productivos que el resto de trabajadores.

¿Y las consecuencias?

El estrés aparece de formas distintas, ya sea con síntomas psicológicos, fisiológicos o conductuales. Con todos los síntomas, o solo con algunos de ellos.

  • Síntomas fisiológicos: El estrés puede inducir cambios en el metabolismo, elevar la presión sanguínea, aumentar la frecuencia cardíaca y respiratoria. Además, generar dolores de cabeza e incluso provocar ataques cardiacos.
  • Síntomas psicológicos: Podemos encontrarnos con tensión, ansiedad, irritabilidad, aburrimiento e indecisión. La insatisfacción laboral es el efecto más claro de estrés.
  • Síntomas conductuales: Nos encontramos con ausentismo laboral y mayor rotación, con reducción de la productividad. Además, cambios en los hábitos alimenticios, habla rápida, aumento del consumo de alcohol y tabaco, trastornos del sueño e inquietud.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es una “enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo; perjudicando a la producción, al afectar a la salud física y mental de los trabajadores”.

Para evitar llegar a sufrir las consecuencias debemos tener un manejo responsable del estrés. Podemos cometer más errores en el trabajo, tener problemas para concentrarnos, ausentarnos más y acudir al médico con frecuencia. Debemos tomar descansos y alejarnos un rato de las tareas cuando nos encontremos exhaustos. Hay que informar al supervisor de nuestro estado, del estrés que experimentamos. El problema no se puede conocer si no se informa para tomar medidas. Es muy importante alejarnos del trabajo en nuestro tiempo libre, evitando llevarnos el trabajo a casa y utilizando nuestro tiempo de ocio para otros fines.

Noelia Rodríguez Rosalén. Psicóloga.

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