¿Qué significa el trabajo?

La R.A.E define trabajo como << Acción o Actividad de trabajar >> o también <<cosa hecha trabajando; especialmente obra artística, intelectual, científica o técnica >>. Sin embargo, enfocándonos en el ámbito de la Psicología del trabajo, podríamos hablar de una tercera definición; << actividades realizadas con diversos objetivos como alcanzar metas, encontrar la solución de un problema o la producción de bienes y servicios>>.

El trabajo otorga a las personas la posibilidad de alcanzar sus metas, sus sueños o sus objetivos de vida, además de considerarse una forma de expresión y en parte, un plasma de la dignidad personal.
El trabajo como tal, puede ser abordado desde distintas áreas y con enfoques diversos. 

A lo largo de los años, todos nos hemos preguntado: ¿Qué quiero hacer con mi vida? Lo que nos ha llevado a plantearnos otra serie de preguntas: 
¿Puedo hacer lo que más me gusta en el mundo, me llama o me atrae? ¿Puedo conseguir hacer todos los viajes que quiero, ver todos los conciertos de los grupos que amo, tener la casa de mis sueños, o el coche o el jardín? O simplemente, ¿Podría ganar todo el dinero que quisiera y más? 
Lo que nos lleva directamente a plantearnos la idea del trabajo. De NUESTRO TRABAJO.
A los 10 años nos preguntaron ¿Qué queríamos ser? y contestábamos cosas como Astronauta, Atleta profesional; o en mi caso Veterinaria de animales marinos en el océano. Pero ahora somos mayores y quieren una respuesta seria…

¿Qué os parece esta?; depende de lo que el trabajo signifique para ti. Podemos hablar de ideas como es: la asombrosa autorrealización, hacer eso que más nos gusta y nos apasiona obteniendo felicidad y plenitud en todo lo que hacemos, o también de la idea de aquellas personas, que pudiendo o no realizarse optan por otros factores motivacionales más extrínsecos, como son el dinero, el poder o la gloria. También están aquellos que guiados por factores tanto extrínsecos como intrínsecos lo único que desean es llegar a casa no muy cansados del trabajo para poder jugar con sus hijos, disfrutar de una buena cena con su mujer o poder tomar un café tranquilamente con sus padres o amigos. ¿Y cómo no va a ser así?, si podemos considerar al trabajo tanto un derecho como una obligación. Si podemos elegir cómo afrontar ese tiempo que diariamente le tenemos que dar, qué actitud tomamos ante sus logros y dificultades, qué valoración emocional queremos darle o las expectativas que tenemos de que pueda mejorar. 
Si tenemos el poder de decidir qué significado queremos darle e ir a por él.

Porque realmente al final, el trabajo y su significado empieza y acaba en uno mismo.

María López-Fando Galdón