Intervención en psicosis mediante diálogo abierto

El diálogo abierto es una intervención creada por Jaakko Seikkula para individuos con síntomas psicóticos. Es un abordaje donde participa tanto el contexto familiar como social del paciente. El enfoque posibilita obtener una visión global de cada persona, en lugar de intentar eliminar cada síntoma separadamente.

Es un modelo de atención social colaborativo donde cualquier decisión se toma tras realizar una reunión a la que acuden tanto el paciente como su familia, amigos, médicos o cualquier persona de su entorno que pueda ayudar. Se busca una organización más democrática y menos jerárquica que la que habitualmente encontramos en el servicio de salud mental. El usuario encontrará así su propia forma de dar sentido a la experiencia y se sentirá más capaz de tomar decisiones.

Características principales

Este abordaje ha tenido un gran éxito para tratar síntomas de psicosis. Este es consecuencia de la integración de dos aspectos clave: El cambio estructural en el sistema de atención y el proceso dialógico que se desarrolla durante las reuniones.

  • El cambio estructural hace referencia a atender a los pacientes en crisis junto a sus redes sociales, en su contexto particular y adaptándose a las necesidades de cada caso.
  • El diálogo posibilita visualizar una realidad con distintas opiniones. Durante este proceso nadie tiene la verdad absoluta sobre una situación concreta, ni siquiera el terapeuta.

El núcleo de este planteamiento es el cambio en la conceptualización de la psicosis. Se considera que las experiencias alucinatorias o los delirios incluyen información sobre los eventos, muchas veces traumáticos, de la vida del paciente. Se entiende la psicosis como una vivencia que están intentando comunicar, pero sin saber como hacerlo. La psicosis como una “alienación temporal radical de prácticas comunicativas compartidas”, donde las experiencias emocionales intensas no pueden ser expresadas con palabras. Así pues, los síntomas psicóticos durante una crisis no son consecuencia de una enfermedad subyacente, sino una forma de sobrevivir a experiencias confusas o doloras. Es una estrategia de la mente como respuesta a determinadas situaciones.

El diálogo

Esta propuesta entiende que el diálogo como más que una conversación donde se busca llegar a acuerdos, considera el dialogar como el arte de pensar juntos. Para llegar a establecer diálogos verdaderos, se debe considerar al interlocutor como alguien capaz de explicar su percepción del mundo y observar la realidad, aunque esta sea diferente a la propia.

El cambio estructural

Asimismo, la modificación en la estructura del tratamiento es clave del buen resultado obtenido. Este cambio se basa en la disponibilidad y flexibilidad de un equipo profesional no jerarquizado, con un teléfono abierto 24 horas. Cuando alguien llama, se acuerda dónde atenderlo y qué otras personas deben acudir. Durante la primera reunión se constituye el sistema de tratamiento, que estará formado por profesionales, el paciente y su red social. A partir de entonces cada decisión se tomará en estas reuniones. Así desde el inicio se atiende a la persona en su propio contexto.

Por tanto, una característica fundamental del diálogo abierto es cómo realiza las reuniones de tratamiento. Durante la intervención, el personal sanitario no realiza reuniones separadas para comentar el caso cínico. Además, los pensamientos y las conductas del paciente se consideran estrategias de respuesta a situaciones difíciles, en lugar de síntomas derivados de enfermedades.

El programa se basa en un marco innovador que comprende al paciente, sus allegados y los profesionales que acompañan, creando una red de apoyo. Se busca descartar la medicación como primera opción del tratamiento, desarrollando un diálogo como construcción de realidad.

Principios básicos

Los siete principios básicos de este enfoque son:

  1. Respuesta inmediata. Se realiza la primera reunión antes de transcurrir 24 horas.
  2. Abordaje flexible. Se adapta a las necesidades específicas y cambiantes de cada paciente.
  3. Red social. Se invita a la reunión a toda persona para quien la situación de crisis es relevante.
  4. Es asumida por el profesional que recibe la llamada, organizando al equipo.
  5. Continuidad psicológica. Permanece el mismo equipo durante todo el proceso.
  6. Tolerar la incertidumbre. Aplazar tomar decisiones hasta que el diálogo produzca respuestas.
  7. Dialogicidad. El diálogo facilita conectar las ideas que previamente han sido experimentadas como inconexas, así permite desarrollar una narrativa que va llenándose de sentido.

En consecuencia, el dialogo abierto plantea un enfoque donde se usa la práctica dialógica como espacio idóneo para poner nombre a aquellas experiencias que el paciente no es capaz de explicar adecuadamente con palabras.

Recomendaciones

Entre las recomendaciones que presenta esta propuesta cuando abordes psicosis, destaca:

  • Debes considerar la psicosis como una experiencia humana más.
  • No hables de los pacientes o sus familias si no se encuentran presentes.
  • Confía en los recursos que posee el paciente para solucionar situaciones complicadas.
  • Al escuchar, debes eliminar tus ideas o tus interpretaciones automáticas. Deja espacio al otro interlocutor para así poder establecer auténticos diálogos.
  • No te consideres un experto, sino un elemento más del contexto de ayuda.
  • Ábrete a un mayor nivel de incertidumbre, abandonando la posición de saber sobre otros.
  • Participa en experiencias emocionales compartidas.
  • Colabora en desarrollar distintas formas de comprender la vida y aquello que nos ocurre.

Eficacia y resultados

Los estudios realizados sobre esta intervención presentan unos resultados esperanzadores. Sin embargo, en la actualidad el nivel de evidencia es todavía bajo, ya que aún se requieren nuevos ensayos controlados y aleatorios.

Laura NR – Graduada en Psicología