Autopsia literaria de la depresión de aquella persona que conocimos una vez

La mayoría de las cosas que tienen alguna clase de impacto en nuestra vida aparecen sin apenas darnos tiempo a percatarnos de cómo se van estableciendo en nuestro interior, haciéndose hueco entre nuestras entrañas, arrancándonos pedacitos para caber mejor. Se acoplan a nosotros, tan perfectamente, que para cuando te das cuenta ya no eres capaz de desencajarlos de ahí. Sentimientos, personas, preocupaciones obsesivas… En mi caso, ellos lo llamaron Distimia, pero a mí me gusta más definirlo como ‘parásitos emocionales’,…