Síndrome de Heminegligencia: otra perspectiva de hacerlo todo a derechas

¿Quién no ha visto aquel capítulo de La que se avecina en el que “La Cuqui” ingresa en un hospital psiquiátrico? Si tratáis de recordarlo, probablemente os acordéis que entre los ingresados había una chica que sólo se había maquillado la parte derecha de su cara. Bien, a esta chica no es que se le hubiese acabado los productos de maquillaje o que tal vez quisiese mostrar sus dotes como maquilladora mediante un antes y un después andante, sino que sencillamente no había prestado atención al lado izquierdo de su cara, es decir, no se había dado cuenta de que era parte de su cuerpo también. Esto puede sonar descabellado e incluso díficil de creer, pero es cierto y es consecuencia de un trastorno atencional al que se conoce como heminegliencia o negligencia.

La negligencia se define como la incapacidad para informar, responder y orientarse hacia estímulos o eventos sensoriales situados en el lado contrario a la lesión. Esta lesión se da con frecuencia como consecuencia de un accidente cerebro vascular o ictus. Es de origen cerebral y afecta al lóbulo parietal, generalmente del hemisferio derecho, por lo que se manifesta clínicamente porque la persona ignora la parte izquierda (contraria a la lesión) de su campo visual.

Habitualmente, este trastorno se puede dividir en dos tipos:

  1. Negliencia intención o motora: incapacidad de generar una respuesta motora hacia un estímulo a pesar de que la persona es consciente de la existencia del estímulo. Se puede manifestar en diferentes formas, por ejemplo:
  • Hipometría: amplitud del movimiento reducida
  • Hipocinesia: iniciación del movimiento retardado
  • Bradicinesia: lentitud excesiva en la ejecución de movimientos

2. Negligencia sensorial o inatención: no ser consciente de

  • los estímulos sensoriales (visuales o auditivos) en el lado del cuerpo contralateral a la lesión (negligencia espacial)
  • los estímulos (táctiles) que afectan a la mitad contralesional del propio cuerpo (negliencia personal)
  • los estímulos del lado contralesional de imágenes mentales evocadas por la memoria (negligencia representacional)

Atendiendo a estos subtipos, nos centraremos en especial en los de negligencia sensorial, la chica del psiquiátrico del capítulo de La que se avecina probablemente presentaba negligencia especial y por ello al mirarse en el espejo no se maquilló el lado izquierdo de su cara. Ocurriría del mismo modo con los hombres, que sólo se afeitarían el lado derecho de la cara, y así con un sinfín de actividades más como por ejemplo vestirse (sólo se pondrían el camal derecho del pantalón), comer (sólo se comerían la comida que está en el lado derecho del plato), etc.

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Asimismo, las personas afectadas por negligencia personal ignoran al tacto la parte izquierda de su cuerpo, por lo que se si encuentran solos en la cama y su pierna izquierda les roza la derecha podrían llegar a asustarse al considerarla como un ente ajeno. Por último, imaginémonos estando de frente al portal o la puerta de nuestra casa, a unos metros de distancia. Quizá vivamos entre una frutería (a la izquierda) y una panadería (a la derecha), de tal forma que recordamos el escenario con nuestra puerta en medio de estos dos establecimientos. En el caso de la negligencia representacional, parece ser según el experimento de Bisiach y Luzzatti (1978), que las personas afectadas no recordarían la frutería, ya que al evocar recuerdos también se pierde la atención del lado izquierdo (contralesional) de los mismos.

A simple conocimiento, la negligencia es un síndrome neuropsicológico que causa mucha curiosidad, dada la inverosimilidad de su características. No obstante, es un trastorno que causa mucho malestar y que interfiere mucho en el funcionamiento cotidiano de la persona, por lo que debe ser considerado con respeto, tratando de comprenderlo en toda su complejidad (que la tiene) para poder facilitar una evaluación y un tratamiento adecuados.

Por último, me gustaría remarcar que no es que las personas afectadas no vean los estímulos que se presentan en el lado izquierdo, es decir, no es un trastorno visual ya que tanto el córtex visual primario como el nervio óptico se encuentran en buen estado. La negligencia es un problema de atención. Simplemente no son capaces de atender, de prestar atención a lo que ocurre en el lado izquierdo y por tanto se comportan como si no existiese, ya que además suelen tener déficit de conciencia de enfermedad. No obstante, un aporte muy curioso por Marshall y Halligan (1988) fue el descubrimiento de que en la negligencia podría darse un procesamiento implícito del lado inantendido. Estos autores mostraron a pacientes negligentes la imagen de una casa en perfectas condiciones y la imagen de una casa que se estaba incendiando en su parte izquierda, y les preguntaron si estas dos imágenes eran iguales, a lo que respondieron que sí. No obstante, cuando se les preguntó en qué casa preferían vivir, siempre respondían la casa sin llamas. Parece que al final, a pesar de todo, a nuestro cerebro le cuesta dejarnos a merced de la suerte.

Os dejo un enlace, donde queda representado un día cotidiano en una personal con negligencia.

No obstante, como como se ha comentado, este es un trastorno muy interesante pero de gran complejidad, que abarca varios escenarios y se manifiesta en diferentes modalidades, por lo que resulta difícil plasmar aquí de forma breve todo su universo de posibilidades. Si tenéis cualquier duda no dudéis en escribidme al correo electrónico y estaré encantada de poder ayudaros: Davinia_sanmi@hotmail.com

Atentamente,

Davinia Sánchez Miguel