¿Como crear un habito? ¿qué beneficios tiene?

  1. Hoy hablamos de cómo crear un hábito. Cuando queremos hacer un cambio en nuestra vida y en nuestras rutinas, podemos pasar por diferentes fases atendiendo al modelo transteórico de Prochaska y DiClemente. Un modelo que fue planteado para el cambio de conductas adictivas, pero que puede aplicarse a otro tipo de conductas. ¿Cuáles son esas fases que seguramente reconoceremos por haberlas experimentado en el pasado? Las exponemos a continuación.
  2. Precontemplación: la persona todavía no se ha dado cuenta de que sus conductas o sus hábitos son perjudiciales y no trata de cambiarlas.
  3. Contemplación: la persona empieza a darse cuenta de la necesidad de cambio en sus conductas, comienza a buscar información y se plantea un cambio a largo plazo.
  4. Preparación para la acción: la persona decide llevar a cabo un cambio en su vida, formar un nuevo hábito más saludable y se compromete con ello.
  5. Acción: se inicia el nuevo hábito con éxito.
  6. Mantenimiento: la persona mantiene en el tiempo la nueva conducta (por ejemplo, practicar deporte tres veces a la semana).
  7. Recaída: se interrumpe el proceso de cambio, retrocediendo a fases anteriores de precontemplación o contemplación.

Os voy a dar una serie de recomendaciones que nos pueden ayudar mucho a la hora de establecer objetivos, definir el camino hasta conseguirlos y mantenerlos en el tiempo:

  1. Tener claro cuál es el objetivo

  2. Plantear un objetivo que sea realista

  3. Atender a la motivación que tenemos de cumplir nuestra meta

  4. Planificar cuando y como vamos a llevar a cabo el nuevo habito

  5. Establecer los medios o recursos que nos van a permitir conseguirlo

  6. Elegir pequeñas recompensas que podamos concedernos conforme nos vayamos acercando a nuestra meta.

Pero, cuando hablamos de ponernos en serio a desarrollar nuevos hábitos, todos los hábitos pasan por 4 etapas, hablamos de señal, anhelo, respuesta y recompensa, si algún comportamiento se queda corto en alguna de estas 4 etapas, no se convertirá en un hábito. La recompensa es la meta final de cada hábito. La señal no es más que darse cuenta de que hay una recompensa. El anhelo es querer la recompensa. La respuesta es obtener la recompensa.

 Se trata de un sistema hecho basándose en evidencias científicas y que apoyan el cambio de comportamiento tanto para desterrar los malos hábitos como para incorporar aquellos nuevos de forma consistente, para que pasen a formar parte de nuestra vida. Según el autor del libro hábitos atómicos, cualquier meta está al alcance de la mano, siempre y cuando empecemos desde lo más simple». Y ésa es una de las claves para hacer que este método nos garantice el éxito. También se apoya en lo que el autor llama las Cuatro Leyes del Cambio de Conducta. ¿En qué consisten?

  1. Hacerlo obvio, con el tiempo, las señales que inician nuestros hábitos se hacen tan comunes que son esencialmente invisibles. Es por esto por lo que debemos comenzar el proceso de cambio de comportamiento con la meta de concientizar. Uno de los grandes retos cuando cambiamos hábitos es mantenernos conscientes de lo que estamos haciendo.
  2. Hacerlo atractivo, hay que lograr que sea irresistible, que nos llame, que sea algo que anhelamos y de ese modo sea más sencillo incorporarlo a nuestra rutina.
  3. Hacerlo sencillo, hacer las cosas de modo sencillo, enseñándonos técnicas como la Regla de los dos minutos para dejar de postergar tareas (establece que, si una tarea lleva menos de dos minutos hacerla, no hay que dejarla para luego, sino que lo mejor es realizarla y olvidarse de ella)
  4. Hacerlo satisfactorio, el comportamiento se repite cuando la experiencia es satisfactoria. Para que los hábitos se mantengan, debes sentirte exitoso de inmediato, incluso si es a pequeña escala.

En este método el éxito no depende de qué consigas aprender guitarra o no, depende del proceso. Y lo que determina que lo consigas es tu grado de compromiso con el mismo. El proceso que te llevará al éxito será la frecuencia de tus ensayos, la manera en que divides y practicas los pasajes complicados, tu capacidad de escucha activa y mejora basada en las opiniones de tu profesor.

Pero ¿Es verdad que necesitamos 21 días para crear un hábito? Un estudio realizado por Philippa Lally, en el que “comprobó que conforme repetimos una determinada acción (como comer determinados alimentos o hacer deporte X días a la semana), conseguimos realizarla de forma más automática, gastando menos recursos, por lo que cada vez nos costará menos llevar a cabo la conducta, convirtiéndose poco a poco en un hábito”, pero establecía, en lugar de los 21 días señalados, un promedio de 66 días. Pero teniendo en cuenta que hay muchos aspectos que pueden diferir, la formación de un nuevo hábito no es algo tan simple y se requieren más estudios para concretar si existe realmente un tiempo promedio en adquirirlo, en función de diversas variables como el grado de motivación y compromiso o la complejidad de la tarea.

Si quieres de verdad romper el molde, deshacerte de viejas rutinas e incorporar nuevos hábitos que te hagan crecer, sin duda Hábitos atómicos va a ser la lectura que marque la diferencia. Todo empieza con ese pequeño cambio que ponga en marcha el tsunami: si logras ser un 1% mejor cada día durante un año, terminarás siendo 37 veces mejor al final del año. Y no se nos ocurre mejor forma de afrontar nuestros días.

En el siguiente post, hablaremos de cómo mantener los hábitos y de como deshacernos de aquellos hábitos que no nos gusten.