Integración personal y autoconocimiento en la Psicoterapia Infantil

Un pilar fundamental dentro la relación con nosotros mismos y con el ambiente, es el desarrollo del autoconocimiento y de la integración del autoconcepto aplicado a nuestras conductas cotidianas y los esquemas cognitivos bajo los que comprendemos e interactuamos con el mundo y el entorno social. Es por esto que es muy importante tratar esta esfera dentro de la psicoterapia infantil y de un desarrollo temprano de la misma, buscando la manera más saludable de generarla y comprenderla.

Para lograr esta integración es importante aceptarnos y reconocernos como una totalidad, comprendiendo nuestras habilidades y defectos, aceptándolos bajo un esquema más saludable y bajo unas expectativas más realistas y adaptativas. Existe una tendencia general en nuestra sociedad a reconocer como propias únicamente las características agradables y excluyendo las desagradables, sea tanto por motivo cultural o social de nuestro entorno. Aunque para los niños tiene un efecto aliviador que todas las personas pueden tener partes de sí mismas que reconocen como defectos o que no les agradan mucho, pero reforzando la idea del autoconcepto de manera más intrínseca y con otros valores que conserven la aceptación como idea principal en la relación consigo mismos y lo que puede otorgarles cierta responsabilidad a querer cambiar en caso de ser necesarios dichos defectos.

Algunas de las actividades que pueden conllevar a la aplicación de estas esferas de autoconocimiento personal en las psicoterapias infantiles son tratadas desde diferentes enfoques terapéuticos, en este caso trataré una del libro de Psicoterapia de niños y adolescentes de Isabel Margarita Haeussler.

YING YANG

Es una técnica que pretende ayudar al niño a reflexionar sobre la posible dualidad existente en todas las personas o situaciones, y admitir un diálogo de interacción entre sus partes, a darse cuenta de que existe la posibilidad de que estas partes sean complementarias de sí mismas y que lo aparentemente desagradable puede tener también un lado beneficioso.

Desde un diálogo formado a partir de la creación del dibujo oriental del Ying Yang se pretende tratar aspectos vitales del niño, sus valores de referencia, expectativas de las situaciones y personas y de sí mismo, a partir de ello generando conductas más adaptativas que las que le estén generando un malestar acerca de su autoconcepto y autoconocimiento, permitiendo romper los límites de cómo deben ser las cosas o el propio niño, tratando conceptos como la dualidad y al convergencia de muchas partes y variables dentro de una situación y como poder aceptarlas todas desde un punto integral, la comprensión de que dentro de algo agradable, pudo haber algo desagradable dentro que lo llevó a ser como ser, con motivo de una proactividad resolutiva ante el problema, pudiendo esto mismo aplicarlo a su historia personal y que genere significados a los propios esquemas con los que pueda comprender a las personas.

Con esto lo que se pretende es que mediante una actividad conjunta e interactiva el niño vaya comprendiendo a modo visual conceptos tan complejos como son la dualidad, la aceptación y la comprensión de un todo y de cómo ello nos puede llevar a aprender nuevas herramientas para convivir y aceptarnos como somos y con lo que queremos ser siempre desde la compasión y comprensión de una aceptación de nuestras fortalezas y defectos personales.