Abordaje en psicología perinatal

La psicología perinatal es la rama de psicología centrada en estudiar el mundo perinatal, incluso previo a la concepción. Se centra en parejas que desean ser padres y no pueden, en los factores relacionados con embarazo, parto, postparto y primeros años de crianza. Está enfocada en cómo una pareja puede mejorar sus circunstancias para afrontar este proceso de la manera más saludable posible. El convertirse en padre o madre es complicado, por implicar una ruptura biográfica con una marcada crisis vital, el adaptarse este cambio supone un gran reto.

Vínculo prenatal

Es el vínculo que estableces con tu bebé como madre. Es una conexión íntima entre sujetos, que implica proximidad y que nace de la voluntad del niño, como aspecto innato, pero también del adulto responsable que experimenta un interés genuino de protección y apoyo. El vínculo puede llegar a predecir la relación posterior que tendrá vuestra díada. Está influido por la relación con tus allegados, las representaciones mentales del bebé o ti misma como madre y la influencia de vínculos tempranos. Si la vinculación no es buena, se relaciona con embarazos molestos.

Diversos estudios relacionan el apego prenatal con la calidad de los cuidados, mientras un bajo nivel de unión se relaciona con abuso fetal pasivo o activo. Tu estilo de vida como gestante puede favorecer el vínculo prenatal mediante factores como la estimulación, actividad física, descanso, higiene y cuidado personal, alimentación saludable, apoyo social o evitar consumir sustancias

Propuesta de cuidados en el embarazo

Si eres un profesional que trabaja en este campo, debes tener en consideración lo siguiente:

  • Da a conocer la psicología y la neurociencia del embarazo, parto y puerperio.
  • Da voz a las embarazadas, escúchalas y conéctalas con sus propias necesidades.
  • Integra la exploración del psiquismo materno durante el seguimiento del embarazo.
  • Crea equipos multidisciplinares para la atención a mujer en su etapa perinatal.
  • Construye redes multidisciplinares de profesionales formados en salud mental perinatal.
  • Favorece espacios de encuentro para madres y padres desde el embarazo.
  • Visibiliza y normaliza la diversidad de experiencias en torno a la maternidad y el embarazo.
  • Fomenta la búsqueda del placer sexual y su expresión.

Intervención en la psicología del embarazo

Durante el embarazo las mujeres suelen ser receptivas a recibir información y habilidades para ayudarlas en la transición a su papel como madre. Debes asegurar que la intervención en salud mental sea accesible e individualizada para satisfacer sus necesidades complejas particulares.

Tareas psicológicas durante el embarazo

Debes ayudar a la futura madre a buscar una fusión simbiótica con el feto en el período inicial del embarazo, pero tras un tiempo se debe diferenciar gradualmente el self del feto. Potenciarás una progresiva separación emocional de la diada, que culminará en la separación física al nacer.

La mayoría de las mujeres alcanzan estos cambios madurativos de forma intuitiva. Sin embargo, pueden surgir problemas psicológicos en el proceso como embarazos conflictivos o complicados, o madres sensibles emocionalmente que infra o sobrevaloran el embarazo por factores externos.

Recomendaciones de la OMS durante el parto

El parto no es universal ni estandarizado. En los últimos años ha aumentado su medicalización, debilitando la capacidad de la mujer de dar a luz y afectando de forma negativa a su experiencia.

Para que esta sea positiva, debe dar a luz a un bebé sano en un ambiente clínico y psicológico seguro y contar con apoyo práctico y emocional continuo. Se consideraría un parto respetado si prevalece la voluntad de la mujer que va a dar a luz y se realizan intervenciones solo cuando son estrictamente necesarias y con su consentimiento. El objetivo es que el nacimiento se desarrolle de forma natural y el parto sea un espacio familiar donde madre y bebé sean los protagonistas.

Intervención en el postparto

Entendemos posparto como el período transcurrido desde el parto hasta que la mujer vuelve al estado ordinario anterior a la gestación y engloba las primeras seis u ocho semanas tras el parto. Cuando el bebé nace, nace inevitablemente una madre y un padre.

Nacimiento de una nueva identidad materna

El nacimiento de un niño y la responsabilidad de su vida causa cambios en la identidad e implican cambios en relaciones personales y sociales. Como padre modificas tu identidad asumiendo una nueva condición que provoca transformaciones en el comportamiento, posturas y autoimagen. Asimismo, la sociedad impone papeles, actitudes y posiciones que les relegan a cumplir su deber.

Además, el nacimiento comporta cambios fisiológicos en la madre, cambios en la dinámica diaria o las prioridades y la relativización de cuestiones antes importantes. El sistema familiar también se adapta a la nueva situación, y en ocasiones, el contexto social puede dificultar este proceso.

Tratamiento

La principal intervención que debes aplicar ante esta problemática es la psicoterapia, aunque se puede considerar prescribir medicación en algunos casos. Siendo el punto más importante que trabajes la interacción vincular entre madre e hijo. Tu actitud terapéutica como profesional debe de incluir una alta flexibilidad para adaptarte al ritmo de la díada, horizontalidad al enfocar el modelo como de experto a experto y un amplio trabajo personal por tu parte.

Las técnicas que uses implicaran promover el vínculo madre-bebé o díada-terapeuta, la escucha activa, empatía, sinceridad y congruencia. Además, usaras estrategias de señalamiento, parafraseo, reflejo del estado emocional, validación, aceptación incondicional y ofrecimiento de un espacio seguro.

Tratamiento depresión posparto

Recomendaciones para atender la depresión postparto en caso de que surja:

  • La intervención psicosocial debe ser la primera línea del manejo de la depresión durante el embarazo y la lactancia materna. La medicación antidepresiva debe en lo posible evitarse.
  • Incorpora los principios generales de la atención: comunicación empática, clara y sensible.
  • Proporciona psicoeducación para evitar la sobremedicalización.
  • Provee terapia cognitivo-conductual, si estuviera disponible.
  • Ofrece tratamientos complementarios: actividad física, relajación y resolución de problemas.
  • Reactiva las redes de relaciones sociales y presta atención a su bienestar general.

Laura NR – Graduada en Psicología