Los trastornos de la conducta alimentaria desde las redes sociales

Internet y las redes sociales ofrecen la oportunidad de crear comunidades mediante las cuales podemos compartir temáticas comunes con otras personas. En este sentido, las redes sociales ayudan a crean un sentido de permanencia e identidad que va más allá del contexto inmediato en el que nos movemos.

Existen foros, chats, páginas web o aplicaciones en los que podemos poner en común temas tan diversos como el fútbol, la moda o la literatura. Sin embargo, también existen espacios virtuales que defienden o perpetúan determinados temas que pueden ser un peligro para la salud de aquellas personas que se involucran en los mismos.

En este sentido, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) no son una excepción, ya que decenas y cientos de personas han creado diversos espacios virtuales con el objetivo de defender su padecimiento como una elección personal y un estilo de vida. La apología a los TCA (principalmente a la anorexia y la bulimia), se ha extendido desde páginas web, blogs y foros, hasta redes sociales y grupos en dichas redes, siendo este contenido muy accesible al disponer de cualquier aparato electrónico.

Este tipo de comunidades virtuales exponen y comparten una serie de mensajes y “tips” junto con imágenes con el objetivo de alcanzar la “perfección estética” y ofrecer un sentimiento de apoyo hacia aquellos que padecen un TCA, siendo en su mayoría mujeres jóvenes. Es habitual que detrás de la creación de este tipo de contenido se encuentre una o varias personas afectadas por un TCA.

Cabe mencionar que, si bien en torno al año 2000 en su mayoría estas comunidades se encontraban en páginas web tituladas “Pro-Ana/Pro-Mía”, actualmente su contenido se ha desplazado a redes sociales como WhatsApp, Telegram, Instagram o Facebook.

Todo el contenido de este tipo que se encuentra en redes comparte una serie de características en común:

  1. Los símbolos identificativos

Ana y Mía son el nombre con el que los usuarios de este tipo de páginas web o redes hacen referencia a la anorexia nerviosa (AN) y a la bulimia nerviosa (BN).  El objetivo de esto es el de crear una especie de símbolo de pertenencia al grupo, que promueva un sentido de comunidad y con el que les sea fácil reconocerse. A su vez, este tipo de códigos están directamente vinculados con una serie de estereotipos que demandan un estilo de vida centrado en el bajo peso, la realización de ejercicio compensatorio, la privación alimenticia y la realización de dietas, entre otras conductas, a fin de conseguir alcanzar un determinado “canon de belleza”.

  1. Tips o consejos

En este apartado, recogen una serie de “consejos” a seguir sobre la alimentación, la pérdida de peso y quema de calorías, la realización de conductas purgativas, los trucos para ocultar el problema a familiares y amigos, etc. Cabe señalar que la finalidad de estos tips es la de alcanzar un “cuerpo perfecto” bajo unos estándares nada realistas y sobre todo muy alejados de una adecuada salud física, mental y social.

  1. Las dietas 

Además, este tipo de comunidades tiende a presentar secciones en las que recogen todo tipo de dietas sin ninguna base científica, que ponen en peligro la salud de aquellos que deciden llevarlas a cabo, como la denominada “pirámide de Ana”. A su vez, promueven las denominadas “carreras de kilos o campeonatos para adelgazar”, los rankings sobre los huesos o las tablas de kilocalorías y calculadoras del Índice de Masa Corporal.

  1. Pro-self-injury

Uno de los contenidos más llamativos y a la vez más dañinos de este tipo de páginas o redes es la promoción de las pro-self-injury o técnicas autolesivas, cuya única finalidad es la de incitar a la autoagresión con el fin de reforzar el sentimiento de “control” que la persona cree tener sobre sus conductas y como un medio para gestionar las emociones.

  1. Laxantes, adelgazantes, consumo de sustancias.

Por último, uno de los apartados que tienden a tener en común es la difusión de determinados nombres de medicamentos, laxantes e incluso drogas como el tabaco o el alcohol con la única finalidad de disminuir y controlar el apetito y bajar de peso. Hemos de señalar que el consumo de medicamentos sin previa prescripción médica puede ocasionar graves problemas para la salud del individuo.

 

Algunos estudios reflejan el impacto que estos recursos online tienen sobre la población juvenil, mostrando que en torno al 60% de los pacientes con anorexia y bulimia llevaron a cabo una primera búsqueda en internet sobre contenidos no saludables que incluyen, entre otros, procedimientos para adelgazar rápidamente.

Aquellas personas que consumen este tipo de contenido se encuentran presionadas ante unas ideas irracionales que buscan adaptar su cuerpo a los ideales de belleza que se han establecido para ser socialmente aceptadas. A través del contenido de este tipo de páginas y redes, se transmite una visión negativa sobre los cuerpos que se “salen de la norma” y se enmarcan determinados ideales de belleza. Es este ideal, prácticamente inalcanzable, el que produce una sensación de malestar físico, psicológico y emocional que repercute tanto a nivel individual como en las relaciones sociales.

El principal peligro de este tipo de espacios es la desinformación: presentan contenidos peligrosos que van desde compartir “trucos” para ocultar la enfermedad y las conductas compensatorias o dañinas a los familiares o “frases de ánimo y apoyo” para conseguir alcanzar “el peso ideal” hasta dietas, imágenes de cuerpos excesivamente delgados o la incitación al autocastigo o autolesión. Algunos autores plantean que este tipo de contenidos pueden llegar a causar o incrementar los síntomas de este tipo de trastornos o incluso que, aquellas personas más propensas a desarrollar este tipo de patología, son más proclives a visitar estas webs y más vulnerables a sus contenidos.

Llegados a este punto es importante señalar que tanto la Anorexia Nerviosa (AN: se trata de una enfermedad mental grave caracterizada por el miedo intenso a engordar y la búsqueda de la delgadez mediante procedimientos como la dieta restrictiva o el desarrollo de conductas purgativas) como la Bulimia Nerviosa (BN: su principal característica sería la realización de ingestas excesivas de determinados alimentos en un corto periodo de tiempo, acompañadas de conductas compensatorias inapropiadas y repetitivas, como el vómito, a fin de evitar el aumento de peso) son dos de los Trastornos de la Conducta Alimentaria más conocidos, pero no los únicos, y que su abordaje requiere de profesionales cualificados (psicólogos, nutricionistas, médicos, etc). Por tanto, los TCA van más allá de todas las falsas creencias o ideas que se promueven en este tipo de páginas web y redes sociales.