¿Qué son los estados mentales de alto riesgo?

Habitualmente la esquizofrenia o los trastornos psicóticos pertenecientes a este espectro inician en la adolescencia o adultez temprana. A menudo los verás precedidos por una fase premórbida de entre uno y cinco años, etapa conocida como estado mental de alto riesgo o EMAR. En este periodo puedes apreciar modificaciones en el funcionamiento premórbido del paciente. Primeramente, percibes una sintomatología subumbral, después se dan los primeros síntomas perceptibles y por último surgen unos síntomas psicóticos prominentes.

La fase prodrómica de esquizofrenia se caracteriza por un deterioro funcional, comportamiento extravagante, ausencia de higiene personal, afectividad aplanada, variaciones en el lenguaje o la motivación, ideación extraña o experiencias anómalas de percepción. Por tanto, los síntomas negativos poseen una importancia mayor como predictor de psicosis.

Tipos de estados mentales de alto riesgo

Puedes diferenciar tres estados mentales de alto riesgo según su clasificación:

  • Estado de síntomas positivos atenuados o APS (Attenuated Positive Symptoms). No llegan a tener síntomas psicóticos, sino rasgos como desconfianza, sufrir sensación de persecución, alucinaciones simples como fotopsias o acoasmas, el aislamiento social o una disminución general del rendimiento.
  • Estado psicótico breve, limitado e intermitente o BLIPS (Brief Limited Intermitent Psychosis Symptoms). Son unos síntomas psicóticos que cumplen todos los criterios cínicos, pero con una duración corta, inferior a una semana y que desaparecen de forma espontánea.
  • Riesgo genético por historia familiar de psicosis o cumplimiento de criterios de trastorno de la personalidad esquizotípico, más una disminución persistente del nivel funcional previo

También puedes diferenciar entre los EMAR tempranos, un estado más inespecífico con síntomas básicos o pródromos tardíos y los EMAR tardíos, caracterizados por síntomas psicóticos atenuados y manifestaciones breves o intermitentes.

Detección y características de los EMAR

La presencia de EMAR es un factor de riesgo clave para desarrollar psicosis, aunque es posible evitar su aparición definitiva. Si realizas una adecuada intervención temprana sobre esta, puede mejorar el curso del trastorno y disminuir su repercusión a largo plazo.

Sin embargo, varias condiciones complican su detección temprana. La mayoría de estos jóvenes presentan dificultades al consultar a especialistas, en ocasiones por desconocer la red de salud, otras por desconfianza con sus médicos. La causa más común es el miedo al estigma que pueden recibir si verbalizan aquello que les está ocurriendo. Todos estos factores conllevan grandes complicaciones para pedir ayuda y recibirla.

Puedes entender los EMAR como un problema transdiagnóstico, en muchas ocasiones causado por un trauma psicológico sufrido a edad temprana. Padecer una experiencia psicótica atenuada es más común de lo que imaginas y muchas veces no está vinculado a psicosis, sobre el 29% de los pacientes con trastorno mental diagnosticado sufren experiencias psicóticas. De hecho, solo el 5% de los EMAR progresan a trastorno psicótico y el 89% tienen otro trastorno mental, sobre todo de depresión o ansiedad.

El instrumento más usado para evaluar la presencia de este trastorno es la entrevista CAARMS. Es una entrevista específica que identifica la presencia de síntomas positivos y negativos, estudia síntomas cognitivos como la concentración, alteraciones emocionales, cambios conductuales o o motores y la psicopatología general.

Tratamiento de síntomas psicóticos en adolescencia

Aunque todavía no existen recomendaciones con amplia evidencia, la intervención que deberías aplicar ante esta problemática es la psicológica. Este abordaje requerirá que en todo momento priorices la individualización al intervenir. Debes realizar previamente una evaluación exhaustiva más allá de los síntomas psicóticos y tener en cuenta las preferencias del paciente, la clase de síntomas que padece, su red de apoyo, su historia vital, personalidad o situación familiar.

Que puedas llevar a cabo una prevención temprana de los estados mentales de alto riesgo radica en la detección precoz de sus síntomas psicóticos subclínicos. Una vez establecido el diagnostico, aplicarás preferiblemente un tratamiento psicoterapéutico, sin dar antipsicóticos.

Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual o TCC es la técnica más usada para el abordaje de los EMAR y su sintomatología comórbida. Los componentes de esta clase de protocolo son las siguientes:

  • Compromiso y normalización.
  • Modelo, evaluación y formulación del caso.
  • Generar y evaluar explicaciones alternativas.
  • Conductas de seguridad y aislamiento social.
  • Creencias centrales y metacognitivas
  • Prevención de recaídas.

La evidencia actual defiende el uso de la TCC como tratamiento de EMAR. Si la aplicas en formato individual, con o sin una participación familiar, debería ser tu primera opción de tratamiento por contar con una amplia recomendación y ser eficiente al prevenir primeros episodios psicóticos.

Terapia familiar

Asimismo, es común que encuentres alta emoción expresada en los familiares de los pacientes. Esto hace fundamental que los incluyas en la intervención para mejorar sus dinámicas familiares y facilitar la recuperación. Gran parte de las intervenciones familiares se basan en la evaluación de las actitudes de los miembros de la familia y la psicoeducación sobre el problema.

En concreto, la terapia centrada en la familia es eficaz para estabilizar los trastornos del espectro bipolar y tiene una adaptación para EMAR (FFT-CHR). En caso de querer aplicarla deberás tener en cuenta sus tres puntos clave:

  • Facilita herramientas al paciente para afrontar los factores estresantes.
  • Activación conductual para reducir los síntomas negativos y aumentar la participación social.
  • Entrénale en competencias de comunicación interpersonal y resolución de problemas.

Otras intervenciones

Otros puntos que puedes aplicar durante la intervención y resultaran beneficiosos para el sujeto con EMAR son el entrenamiento en habilidades sociales, las estrategias para manejar el estrés y la orientación académica o laboral. En todo momento debes evitar dar a entender que los EMAR son equivalentes a psicosis e intentar formar una fuerte alianza terapéutica. Además, tienes que formular el caso de forma que des coherencia a las necesidades particulares del caso concreto.

También te puede ser útil llevar a cabo un contrato conductual de los procedimientos acordados, especialmente si existe riesgo de recaída o ideación suicida. Es importante que intervengas en el ámbito social y generes entornos que prevengan el aislamiento y marginalidad. Esta actuación debes hacerla utilizando una gestión de casos con un enfoque asertivo comunitario y aplicando programas de tiempo libre y gestión de ayudas o recursos.

Laura NR – Graduada en psicología