Resiliencia: salir fortalecido de la adversidad

Ya hace unos años en los que la palabra “crisis” se ha escuchado mucho: crisis económica, crisis social, crisis moral… Pero es en este contexto de crisis donde el término de resiliencia cobra una mayor importancia.

El estudio de la Resiliencia surge en la década de los 60, una época caracterizada por fuertes tensiones políticas, y ha experimentado fuertes cambios. Actualmente, se entiende la resiliencia como  un “proceso de adaptación exitosa frente a la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o las fuentes significativas de estrés, tales como problemas familiares o en las relaciones interpersonales, graves problemas de salud, así como situaciones de estrés a nivel laboral o financiero” (APA, 2009) 

En otras palabras, la resiliencia es la capacidad que hace que, frente a la misma condición adversa, hayan personas que se quedan estancadas y otras que, al contrario, logran superar la situación e incluso salen fortalecidas de la experiencia.

El hombre jamás podrá crear un material tan resiliente como el espíritu humano (B. Williams)

Pero la resiliencia, lejos de ser una capacidad estática, se puede estimular y mejorar, mediante cuatro estrategias:

  1. La autoeficacia, es la creencia positiva en las propias capacidades. Nos ayuda a dar respuestas más resilientes, ya que nos parece que contamos con los recursos necesarios para hacer frente a la situación. La autoeficacia puede aumentar mediante las experiencias de éxito anteriores; si otra persona, especialmente alguien a quién valoramos o respetamos, nos dice que confía en que podemos; si otra persona similar a nosotros consigue salir de una situación parecida; si utilizamos estratégias de automotivación; activando emociones positivas…
  2. El apoyo social, o contar con una red de contactos que nos apoyan. Es una variable fundamental para la resiliencia. Especialmente relevante cuando las relaciones son de calidad y positivas, que aportan valor para solucionar el problema al que nos enfrentamos.
  3. Las emociones positivas. Según Barbara Fredrickson, las emociones positivas nos ayudan a construir recursos proactivamente para utilizarlos en los momentos donde nos encontremos con alguna adversidad. Utilizando técnicas para aumentar nuestras emociones positivas, sobretodo en momentos difíciles nos ayuda a desarrollar recursos para hacerlos frente. Por ejemplo, podemos cambiar el foco atencional, poniendo atención a las cosas buenas que ocurren pese a que la situación general no sea muy alentadora. Otra técnica podría ser dotar de significado a la experiencia o reinterpretar positivamente la situación.
  4. Las estrategias de afrontamiento de la situación. Hay algunas que son más positivas o más útiles en ciertas ocasiones, pero todas sirven para hacer frente a la adversidad. Existen las estrategias centradas en el problema, donde se pretende afrontar la situación ideando un plan de acción para resolverla. Otras estrategias están más centradas en la emoción, y lo que buscan es el desahogo emocional para reducir el nivel de malestar. Otro tipo de afrontamiento, más pasivo, está relacionado con la evitación del problema, esta técnica puede ser útil para dar una solución rápida pero temporal y no debe usarse frecuentemente, sólo en casos de extrema necesidad. Finalmente, se puede buscar el apoyo social, bien como fuente de desahogo emocional o bien como ayuda instrumental, es decir, que la otra persona dispone de los recursos para ayudarnos a resolver el problema.

Lo que no me mata me hace más fuerte (F. Nietsche)

Como un ejemplo de resiliencia encontramos a Victor Frankl, un hombre que no sólo sobrevivió al holocausto y a cuatro campos de concentración nazis, sino que posteriormente desarrolló un nuevo acercamiento a la terapia, conocido como la logoterapia, donde se trabaja la voluntad del sentido, o el significado, como la principal motivación humana. De este autor recomiendo el libro “El hombre en busca de sentido”, que relata sus vivencias personales dentro del campo de concentración

Todas las estrategias mencionadas anterioremente para mejorar la resiliencia son individuales, no obstante, actualmente se esta estudiando mucho como mejorar la resiliencia organizacional, utilizando variaciones de las técnicas anteriores. Os dejo un pequeño corto ilustrativo de como utilizar el trabajo en equipo para mejorar la resiliencia del grupo:

Espero que os guste el artículo, para cualquier duda o consulta dejo mi e-mail: al287477@uji.es