La barrera de la indefensión aprendida

Para comenzar, te planteo las siguientes cuestiones: ¿Por qué haces lo que haces?, ¿Por qué haces eso y no otra cosa?, cuando llevas a cabo una conducta, ¿La haces en busca de placer o la haces para evitar el dolor?.

Son varios los motivos que impulsan a actuar de una manera y no de otra, motivos internos o externos pueden ser el hilo conductor de lo que haces, desde las necesidades intrínsecas a las necesidades extrínsecas del ambiente.

Desde la cara de la motivación que impulsa el comportamiento hacia la evitación del dolor, te menciono el FENÓMENO DE INDEFENSIÓN APRENDIDA. ¿Alguna vez has sentido que no puedes hacer algo porque anteriormente tuviste una experiencia negativa y no la pudiste controlar?, ¿Tuviste sensación de fracaso?, ¿Has sentido falta de motivación y desesperanza como consecuencia de ello?, de ser así, ¿Recuerdas alguna situación concreta?.

El fenómeno de indefensión aprendida fue introducido por los psicólogos Martin Seligman y Steven Maier, tras sus experimentos llegaron a la conclusión de que este fenómeno viene dado como el resultado de una experiencia negativa.

Síntomas de la indefensión aprendida:

  • La persona como consecuencia siente un estado de pasividad e incontrolabilidad.
  • El estado de apatía se mantiene de manera constante en el tiempo.
  • Futuros aprendizajes dejan de ser potenciados.
  • Desesperanza y baja autoestima por expectativas negativas.
  • Evitas esa situación desagradable y mantienes una percepción distorsionada.
  • Atribuciones internas y estables del fracaso, siendo incapaz de atender a nuevos desafíos.
  • Si la indefensión aprendida permanece en el tiempo, puede llevar a problemas graves de salud mental y emocional, generando estados de ansiedad y depresión.

Son varios los contextos donde se observa este fenómeno psicológico, abuso infantil, acoso escolar, violencia de género, ambiente laboral tóxico, relaciones abusivas. Pero, te menciono posibles soluciones que pueden ayudarte a sentir la motivación necesaria para alejarte de la desesperanza y aproximarte a la conducta esperanzadora.

Soluciones para vencer la barrera de la indefensión aprendida:

  1. La terapia como herramienta fundamental, te permitirá comprender qué te está pasando y a adquirir nuevas estrategias para conseguir una vida más satisfactoria. Entre otros modelos terapéuticos, la terapia cognitivo-conductual es muy óptima para el tratamiento de la indefensión aprenda.
  2. El ejercicio físico, la indefensión aprendida puede alterar la salud física, desde alteraciones sexuales, trastornos alimenticios o alteraciones del sistema inmunológico. El ejercicio físico es clave para mejorar el estado de ánimo y regular altos niveles de estrés que ello te puede estar generando.
  3. La meditación y otras técnicas de relajación, para reducir la ansiedad y sentir un mayor control sobre sí mismo. Permite estar en el momento presente, dejar la visión negativa hacia el pasado y las expectativas negativas del futuro.
  4. Construir relaciones saludables, forjar vínculos desde la empatía y la comunicación asertiva.
  5. Establecer objetivos alcanzables a corto plazo, es importante y beneficioso el volver a establecer metas realistas que te mantengan hacia un propósito. De este modo, aumentarás tu motivación hacia la búsqueda de placer.

Como conclusión, cada una de estas posibles soluciones te permitirán mejorar tu autoestima y encaminar tu dirección hacia el sentir de tus emociones, recuperar el control de tu vida y centrar tu foco en el hacer del presente y no en el hacer del pasado. Ello supone una constancia y un entrenamiento en el tiempo. ¡Cree en ti y confia a través de la comprobación activa y no desde la inactividad, siempre respetando y aceptando tu propio ritmo!

¡Es posible romper la barrera de la indefensión aprenida!

Espero con entusiasmo tus comentarios y poder conversar sobre ello.

Hasta pronto

Mar Rodríguez Álvarez