¿Por qué el físico de alguien tiene que ser algo tan polémico? El body shaming

Todas y todos hemos buscado o buscamos encajar en un grupo. Al fin y al cabo, los seres humanos somos seres sociales, y gran parte de nuestro bienestar viene dado por las relaciones interpersonales que construimos.

El problema surge cuando nuestra sociedad establece ciertos patrones, cánones o estereotipos a seguir, y aquel que está fuera de la “norma” es visto como “el raro”. Sabemos que muchos, por no decir la mayoría de estos cánones, son prácticamente inalcanzables, tanto para mujeres como para hombres.

Por ejemplo, el canon de belleza actual para la mujer sería el siguiente: físico delgado y alto, piernas y vientre plano, pechos grandes, cintura pequeña, apariencia juvenil, labios carnosos, etc. Mientras que en los hombres se busca una figura musculada y atlética, sin barriga, dando importancia a la depilación corporal y al pelo.

La sociedad hiperconectada en la que nos movemos actualmente tiende a despreciar todo aquello que se encuentra fuera de estos cánones establecidos. Esto es fácil de ver sobre todo a través de redes sociales, donde las críticas y los prejuicios hacia los demás, incluso sin conocerlos de nada, vuelan libremente. Quién no ha visto alguna vez una foto de alguna conocida influencer y, bajo esta, comentarios del tipo: “has cogido unos kilitos de más, eeh”, “delgada estás muchísimo más guapa”, “pareces anoréxica”, “deberías taparte esos granos”, “eres más bajita en persona”, etc. La lista sería infinitiva si nos ponemos a mirarlo detenidamente.

La irrupción en nuestro día a día de las redes sociales, acompañada de los comentarios desafortunados que todos podemos escuchar, ha dado lugar a la aparición de un nuevo mecanismo cuyo objetivo es el de perpetuar el mito de la belleza: el body shaming o cuerpo avergonzado.

Este término consiste en avergonzar, realizar burlas o comentarios negativos a alguien por la apariencia de su cuerpo en función de los estándares de belleza creados por la sociedad del momento.

Aquellos que llevan a cabo estas acciones reciben el nombre de “haters, trolls o body shamers” y suelen hacerlo de manera privada o raramente pública mediante las redes sociales. Tras sus comentarios hirientes, negativos e innecesarios hacia la salud, el atractivo o el físico del otro, se respaldan en tópicos como “yo solo doy mi opinión”.

Los comentarios y las críticas hacia los cuerpos de los demás es algo que vemos constantemente: en redes, en la televisión, en las revistas, en algunas familias, en la calle, etc. A esto se suman los filtros en la redes, los productos adelgazantes y milagrosos que cambiarán nuestra figura, las cremas rejuvenecedoras, etc.

En definitiva, todo esto lleva implícito el siguiente mensaje: “tu cuerpo no está bien, deberías cambiarlo”. A consecuencia de esto, la persona que los recibe puede ver perjudicada su autoestima, creando inseguridades, ansiedad y problemas de adaptación social, problemas alimenticios y con la imagen corporal, depresión, ideas suicidas, entre otros.

¿Cómo puedo enfrentarse el body shaming?

Aquí te dejo algunos consejos para afrontarlo y para evitar llevarlo a cabo:

  • Utilizar de un modo saludable las redes sociales. No solo es importante qué comentarios realizamos a los demás, sino también el contenido que consumimos. Recuerda que eres mucho más que tu físico y que no tenemos que creer todas las imágenes que vemos en las redes.
  • Si alguien te juzga por su aspecto, hazle saber desde el respeto que eso no está bien. Nadie tiene autoridad para opinar de tu cuerpo sin tu consentimiento.
  • Trabaja tu autonocimiento y autoaceptación. Es importante conocer cuáles son nuestros valores y creencias, y tener en cuenta que determinados estándares de belleza no muestran nuestro valor.
  • Cultiva aspectos de ti mismo que vayan más allá de lo meramente físico y cuídate, recuerda que el hecho de no tener que obsesionarte con tu cuerpo no quiere decir que no debas cuidarlo.
  • Recuerda que la perfección no existe. Lo que para ti puede ser perfecto puede no serlo para otra persona.Haz la prueba, piensa en algo que te parece perfecto, lo que sea, un objeto, un paisaje, una situación.. y pregúntale a un amigo cercano qué le parece. Estoy segura de que su opinión será diferente a la tuya totalmente.
  • Rodéate de un círculo social sano que te aporte experiencias y conocimientos positivos para tu crecimiento personal.
  • Busca ayuda profesional si estás frente a una situación que crees que te supera.

¿Conocías este término? ¿Qué opinas? Cuéntame tu experiencia o reflexión por comentarios!