Gestionar el estrés: una habilidad esencial

Gestionar el estrés es una habilidad esencial en tu vida. Enfrentar diferentes tipos de estrés puede resultar complicado, pero conocerlo te ayudará a manejarlos de manera más efectiva. En este artículo, explorarás los distintos tipos de estrés y aprenderás cómo lidiar con ellos.

Estrés agudo: tu compañero cotidiano

El estrés agudo es probablemente el tipo de estrés que has experimentado con mayor frecuencia. Surge de las presiones y exigencias del pasado reciente y las anticipadas en el futuro cercano. Puede ser emocionante y motivador en pequeñas dosis, pero cuando se vuelve abrumador, agota tus recursos emocionales y físicos.

Seguro has identificado situaciones de estrés agudo en tu vida, como los plazos de entrega apretados, accidentes automovilísticos o pérdidas significativas. Los síntomas incluyen una mezcla de emociones como la ira, ansiedad y depresión, así como problemas musculares, malestar estomacal y síntomas físicos como la presión arterial alta y el dolor en el pecho. La buena noticia es que el estrés agudo es tratable y manejable, generalmente de corta duración y sin causar daños importantes a largo plazo.

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Estrés agudo episódico: el caos en tu vida

Es posible que conozcas a personas que experimentan el estrés agudo con frecuencia. Sus vidas parecen estar en constante estado de caos. Siempre están apuradas, llegan tarde, asumen demasiadas responsabilidades y muestran una personalidad similar a la “tipo a”, caracterizada por la urgencia excesiva, agresividad e impaciencia. La hostilidad y la inseguridad también son comunes entre estas personalidades.

Otro grupo de personas vive preocupado constantemente, viendo el mundo como un lugar peligroso y poco gratificante. Este tipo de estrés agudo episódico provoca síntomas similares, como dolores de cabeza persistentes, migrañas, hipertensión y dolor en el pecho. Tratar este tipo de estrés generalmente requiere ayuda profesional.

Gestionar el estrés: una habilidad esencial

Estrés crónico: la carga que perdura

A diferencia del estrés agudo, el estrés crónico es agotador y desgastante a largo plazo. Surge cuando sientes que no hay salida a una situación deprimente o estás sometido a exigencias implacables durante períodos aparentemente interminables.

El estrés crónico puede provenir de experiencias traumáticas en la niñez que afectan profundamente tu personalidad. Las personas se adaptan al estrés crónico y a menudo lo ignoran, lo que puede llevar a consecuencias devastadoras, incluyendo problemas de salud graves como enfermedades cardíacas, suicidio y cáncer. La recuperación del estrés crónico implica un autoexamen activo, a menudo con la ayuda de un profesional, ya que las creencias y patrones de pensamiento arraigados deben reformularse.

Conclusión: gestiona tu estrés para una vida saludable

En resumen, el estrés es una parte inevitable de la vida, pero su manejo es esencial para mantener una buena salud física y mental. Reconociendo y comprendiendo los diferentes tipos de estrés, estás dando el primer paso para manejarlos de manera efectiva.

Ya sea enfrentando el estrés agudo cotidiano, el caos perpetuo del estrés agudo episódico o el agotamiento del estrés crónico, el llamado es: busca ayuda y aprende estrategias de afrontamiento para vivir una vida más saludable y equilibrada. Te dejo un enlace donde puedes aprender a empezar a gestionar tu estrés: https://www.youtube.com/watch?v=0noAwrWY78U&t=1s

Recuerda que, independientemente del tipo de estrés que enfrentes, existen recursos y profesionales dispuestos a ayudarte a superarlo. Tu bienestar emocional y físico son una prioridad, así que no dudes en buscar apoyo cuando lo necesites.

Nos vemos pronto,

Lic. Cecilia Rodríguez

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